Cuando has experimentado dificultades en alguna faceta de tu vida y las soluciones que has intentado no te han funcionado. No es necesario que haya un problema grave o un trastorno para acudir a un psicólogo, querer resolver algo que está generando malestar ya es una razón de peso para pedir ayuda.
Los psicólogos estamos sujetos por el código deontológico a guardar confidencialidad, por lo tanto tu intimidad quedará totalmente asegurada. Sólo podemos romper la confidencialidad ante una orden judicial de aspectos relevantes o cuando hay peligro para el paciente o terceras personas.
La duración de la terapia obedece a muchos factores, entre los que destacaría el tipo de problema o dificultad tratada, la capacidad y la motivación del paciente a generar el cambio, entre otras.
El coste es variable, el Colegio Oficial de Psicólogos marca unos honorarios mínimos que todo profesional está obligado a cumplir. Dichos honorarios se deben explicitar en la primera consulta.
La terapia psicológica es un proceso de aprendizaje personal en el que el psicólogo ayuda a la persona a redefinir sus problemas, y a utilizar las herramientas de las cuales ya dispones, también enseñarle nuevas habilidades para guiarle en sus metas o mejorar determinadas áreas de su vida.